NUEVA RAMA DE LA INFANTERIA (CABALLERIA)

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    • NUEVA RAMA DE LA INFANTERIA (CABALLERIA)

      Bueno compañeros he pensado mucho y he decidido que en la rama de infanteria falta la caballeria esto fue utilizado para tanto la 2 guerra mundial como para la primera, y seria de mucha ayuda mientras no tengamos la mecanizada.

      La caballería comienza así durante los siglos XVI y XVII a aligerarse, las armaduras pesadas ya no sirven ante las picas y los arcabuces. En la Europa central empieza a desarrollarse una caballería ligera, protegida por una coraza y armada con espada y tres o cuatro pistolas, que se acerca rápidamente a los cuadros de infantería, descarga sus armas a distancia segura y se retira o carga contra los cuadros cuando huyen o se encuentran dispersos. De todas maneras, se sigen utilizando unidades de caballería pesada que combaten con lanza y espada y llevan en ocasiones protecciones para los muslos y/o para los brazos. Sin embargo estas unidades van desapareciendo a lo largo del siglo XVII en toda Europa.
      Debido a las nuevas formas de combatir, con toda la infantería armada con fusil y bayoneta, la caballería parece resurgir con fuerza en el siglo XVIII. Dada la lentitud del proceso de carga del fusil y de que en la práctica es imposible acertar con seguridad a una distancia mayor de 100 metros, una fuerza capaz de avanzar a gran velocidad por el campo de batalla y efectuar una carga impetuosa parece de gran utilidad.

      Jinete árabe de 1918.
      La caballería de este periodo se suele dividir en pesada y ligera. La pesada monta grandes caballos, a veces con protecciones en la parte frontal del animal, armada con espada o lanza. Además, algunas divisiones de caballería llevaban armaduras para protegerse de las espadas y bayonetas. Está pensada para lanzarse de frente contra la infantería, provocando con el peso e ímpetu de su carga brechas en las líneas para luego dispersar y exterminar a los infantes. Los coraceros franceses y los lanceros polacos son ejemplos de este tipo de caballería. La caballería ligera monta caballos rápidos y más pequeños, y va armada generalmente con sable; está pensada para la exploración, hostigamiento del enemigo y persecución en fuga. Los húsares son un típico ejemplo de esta clase de caballería, y entre la típica caballería pesada y la típica caballería ligera fueron los Húsares Alados Polacos.
      Napoleón utilizó ampliamente ambos tipos de caballería en sus campañas. En 1815, en la batalla de Waterloo, la caballería nuevamente entra en crisis, esta vez definitiva. Wellington ordena a su infantería en cuadros, con las líneas internas relevándose en el tiro, mientras las externas presentan un frente de bayonetas. Tras varias cargas, la caballería francesa es diezmada, los cuadros británicos resisten y Napoleón es derrotado.
      A pesar de las lecciones de las guerras napoleónicas, se siguen empleando viejas estrategias. En la Guerra de Secesión de Estados Unidos y la Guerra Franco-Prusiana en Europa, durante la segunda mitad del siglo XIX, los fusiles cuadriplican su alcance y puntería, masacrando a la caballería en sus cargas y utilizando los cuadros cuando era preciso.

      Caballería pesada francesa en París de camino a la batalla durante la I Guerra Mundial. Agosto de 1914.
      Con la aparición de las armas de repetición y el revólver, parece revivir la caballería, y durante la Guerra de Secesión la caballería de ambos bandos va armada con un rifle y varios revólveres, que descargan a una distancia segura, o utilizan desmontados, para replegarse rápidamente ante el avance de la infantería. Además, las potencias coloniales mantienen importantes fuerzas de caballería en sus colonias para favorecer la movilidad de sus fuerzas. En la práctica, la carga frontal contra la infantería, cuando se encuentra en posición de combate, se convierte en un acto suicida.
      La aparición de la ametralladora a finales del siglo XIX da el puntillazo definitivo a la caballería. A pesar de esta evidencia, en la primera e incluso en la Segunda Guerra Mundial se utilizan unidades de caballería, como los famosos lanceros polacos (Brigada Pomerania) aplastados por las divisiones Panzer Alemanes, aunque de hecho la última carga de caballería en la guerra la realizó el Reggimento di Cavalleggeri Savoia en Rusia, en 1942 para cerrar una brecha en el frente. En España, la última carga de caballería se realizó durante la Guerra Civil en la batalla de Alfambra. Durante esta batalla la caballería nacional cargó con éxito contra las filas republicanas.
      Después de esta guerra, en la que la caballería fue casi testimonial, las unidades de caballería han sido reconvertidas generalmente en unidades acorazadas, con la tropa armada al estilo de la infantería y desplazándose en blindados de transporte y ataque y carros de combate ligeros como el BMR de apoyo. Otra variante de significancia que se dio, y que ya hizo aparición en la Primera Guerra Mundial, fue la conversión de los soldados de Caballería en soldados de la Fuerza Aérea, a la que se transmitió parte del antiguo folclore de la fuerza, como elementos de su vestimenta y el cuidado del honor (como practicaba el Barón Rojo, por ejemplo, que saludaba a sus adversarios antes de batirse con ellos, no atacaba a quienes rechazaban su reto y permitía retirarse a sus contrincantes malheridos).
      Actualmente sólo los ejércitos de montaña de algunos países, aún mantienen caballos usados en lugares donde los carros blindados y los vehículos motorizados no pueden llegar, como así también en unidades de exploración en el mismo tipo de regiones. El caballo permite una movilización rápida en los cerros, permite cargar más provisiones y cañones de montaña, puede vadear ríos más fácilmente y permite al soldado llegar descansado al punto de combate hablándose ya, en estricto rigor, de unidades de infantería montada.

      "The most effective movement is that which is not expected; the best of plans is that which is not known."